Desaparición forzada: ¿dónde están?

Las cifras de desaparecidos en Colombia en el marco del conflicito armado superarían a las que hubo en Argentina y Chile durante la dictadura. Foto: Javier Sulé

Las cifras de desaparecidos en Colombia en el marco del conflicito armado superarían a las que hubo en Argentina y Chile durante la dictadura. Foto: Javier Sulé

Mi primera historia contada en este blog, agrupada en varios post, ha sido la de la resistencia de los indígenas nasa que habitan el departamento del Cauca y viven en medio de la guerra. Empiezo ahora un nuevo bloque donde trataré de reflejar uno de los aspectos del conflicto armado colombiano quizá más invisibilizado. Se trata de la desaparición forzada en Colombia. Para ello recorrí parte del departamento del Meta, una de las regiones que más ha sufrido estas prácticas macabras de guerra, y la famosa Comuna 13 de Medellín donde es un secreto a voces que en un lugar llamado la escombrera existe una gran fosa común donde los paramilitares arrojaban a sus víctimas.

Hablé igualmente con familiares que llevan años buscando a sus seres queridos, con familiares que consiguieron cerrar el duelo tras serles entregados los restos de sus parientes en una ceremonia formal a la que asistí. Conocí a valerosas mujeres como Fabiola Lalinde o a las Madres de Soacha. Todas ellas simbolizan el empeño por saber qué fue de los hijos desaparecidos a manos del Estado unido a su firme exigencia de justicia y reparación integral para las víctimas. Conversé del tema con abogad@s, defensor@s de derechos humanos, fiscales, forenses, grafólogos y sepultureros. Presencié la inauguración de una morgue y visité cementerios como los de la Macarena en el Meta y los de Satinga y Tumaco en Nariño. En todos ellos yacen decenas de cuerpos enterrados sin identificar bajo las siglas de NN

La desaparición forzada en Colombia en el marco del conflicto armado tiene una magnitud alarmante. Las cifras son siempre difíciles de cotejar, pero superarían casi con toda seguridad a las de desaparecidos que hubo en las dictaduras militares de Argentina y Chile e incluso a los de la Guerra Civil en España, La Fiscalía General de la Nación señala que en Colombia habría 50000 casos de presuntas víctimas de desaparición forzada, mientras que organizaciones humanitarias hablan de 24.000 y Naciones Unidas y la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas coinciden en reportar unas 18.000 personas. En cualquier caso, las cifras aumentarán porque en Colombia se sigue desapareciendo a gente y se sabe también que existe un miedo fundado a denunciar la desaparición por el temor a represalias o por evitarse  tener que pasar el trago de ser estigmatizados ya que son muchas las veces que se identifica automáticamente a la familia y al desaparecido con la guerrilla.

En muchos de los cementerios de Colombia habría un total de 40000 tumbas con cuerpos sin identificar, conocidos como NN. En la imagen, tumbas NN  en el cementerio de Satinga, departamento de Nariño. Foto Javier Sulé

En muchos de los cementerios de Colombia habría un total de 40000 tumbas con cuerpos sin identificar, conocidos como NN. En la imagen, tumbas NN en el cementerio de Satinga, departamento de Nariño. Foto Javier Sulé

Existen otras cifras complementarias. Según la revista Semana, desde la supuesta desmovilización de los grupos paramilitares, la Fiscalía ha descubierto 4.036 fosas comunes en las que encontró 5.219 cadáveres. El total de restos óseos entregados hasta la fecha a los familiares una vez identificados es de 1.988. En muchos de los cementerios del país habría además unos 40000 cuerpos enterrados sin identificar. Bastantes de ellos podrían ser de guerrilleros y guerrilleras muertos en combate porque se dice que estos combatientes nunca suelen llevar encima ningún tipo de identificación. Pero también se sospecha que un número importante de NN puedan tratarse de los llamados falsos positivos, humildes campesinos y civiles a los cuales el ejército mataba y hacía pasar por guerrilleros para poder mostrar resultados y cobrar así las primas económicas que se estipulaban por dichos resultados.

Ceremonia formal de entrega de restos óseos de víctimas de desaparición forzada a sus familiares en Villavicencia, departamento del Meta. Foto Javier Sulé

Ceremonia formal de entrega de restos óseos de víctimas de desaparición forzada a sus familiares en Villavicencia, departamento del Meta. Foto Javier Sulé

Tras todas estas cifras de desaparición forzada se esconde una práctica atroz  de la guerra que proporciona grandes sufrimientos a las familias y grandes márgenes de impunidad a sus perpetradores. Se trata de un delito que no deja rastro, silencioso y oculto y que para la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (ASFADDES) tiene como responsables mayoritariamente a los grupos paramilitares y también al  Estado a través de sus fuerzas armadas. Los desaparecidos suelen ser asesinados al poco tiempo de ser secuestrados.

La respuesta del Estado a la desaparición forzada ha sido históricamente muy escasa, aunque hoy Colombia sí cuenta ya con un importante desarrollo institucional y legal para la búsqueda de personas desaparecidas y en los próximos meses se podría conocer la identidad de cientos de desaparecidos gracias a un acuerdo entre el Ministerio del Interior y el Instituto de Medicina Legal por el cual se iniciaran decenas de exhumaciones en los cementerios del país donde se encuentran enterrados miles de cadáveres sin identificar.

Las exhumaciones de personas víctimas de desaparición forzada empiezan a ser frecuentes como paso previo a su identificación y posible entrega a familiares. Foto: Javier Sulé

Las exhumaciones de personas víctimas de desaparición forzada empiezan a ser frecuentes como paso previo a su identificación y posible entrega a familiares. Foto: Javier Sulé

En el actual proceso de negociación de paz en La Habana entre Gobierno y guerrilla, y tal y como ha ocurrido en otros conflictos armados y procesos de paz, dar una adecuada respuesta al tema de los desaparecidos es un tema esencial y un reto de dimensiones gigantescas para Colombia. Así lo entienden las organizaciones humanitarias para las que esta esta respuesta adecuada pasa por encontrar a los desaparecidos, identificar las fosas, realizar todas las exhumaciones pertinentes, buscar a las familias para entregarles los restos de sus seres queridas y poner fin a su angustia del no saber qué pasó con ellos. Las familias como víctimas no sólo tienen derecho a conocer el paradero de sus familiares desaparecidos, sino también a saber la verdad de lo que les ocurrió para que se haga justicia, y a obtener una reparación del daño causado tanto ética, moral, simbólica y económicamente. Hasta la fecha la impunidad ha sido casi absoluta y son muy pocos los casos que han  llegado a juicio.

6 comentarios en “Desaparición forzada: ¿dónde están?

    • Gracias nuevamente Paco. Por desgracia la falta de medios hace que cada vez se haga menos periodismo de investigación y pocas veces se vaya al terreno. Esperemos que cambie. Un abrazo

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